martes, 20 de diciembre de 2011

Hércules y Deyanira

El casamiento con Deyanira



Hércules ya estaba listo para formar una familia, recordó su reunión con Meleagro en el Orco durante su duodécimo trabajo, y la recomendación de que conrtejase a su hermana Deyanira.

Se fue a buscar a Deyanira al reino de Calidón. El rey era Eneo y Deyanira la hija de Altea y Eneo. Cuando Hércules llegó se encontró que tendría que luchar con Aqueloo, que también deseaba casarse con Deyanira. En esta batalla Aqueloo se convirtió en toro, pero Hércules rompió su cuerno derecho y ganó la batalla. Aqueloo le pidió a Hércules su cuerno y el accedió a cambio de que Aqueloo le diera el cuerno de la vaca Amaltea.

Engendraron a Hilo, Macaria, Odites y Gleno.
Hercules recordó a los cincuenta hijos que tubo con las cincuenta hijas del rey Tespio. Envió un mensaje a Tespio para que conservara a siete de ellas consigo, enviara tres a Tebas, mientras que las otras cuarenta deberían ir a colonizar la isla de Sardo.



La muerte de Neso



Cuando Hércules aún estaba en Calidón cenaba con el padre de Deyanira, Eneo, y un camarero vertió en las manos de Hércules el agua que se utilizaba para lavarse los pies. Hércules lo golpeó y accidentalmente lo mató. Hércules acudió voluntariamente al rey Keyx en busca de perdón.

Cuando Hércules llegó al río Eunos, un centauro llamado Neso exigió un tributo o peaje para llevar Hércules y Deyanira a través del río. Hércules cruzó el río por si mismo y pagó a Neso para que Deyanira cruzara. Cuando Hércules había cruzado el río Neso intentó violar a Deyanira. Entonces Hércules mató al centauro disparándole una flecha en el corazón. Antes de morir Neso le dijo a Deyanira que si mezclaba su semen con la sangre de su herida podría hacer un hechizo de amor para asegurarse de que Hércules siempre la amara.


La muerte de Hércules



Cuando Yole se cruzó en el camino de Hércules, ella impregnó un capote que ella misma había tejido para él con el ungüento que le indicó el centauro Neso.
Cuando Hércules regresó de sus aventuras, Deyanira le dio un presente de bienvenida al hogar, el capote que ella misma había tejido. Ella tenía el bálsamo mágico del centauro Neso le había dado. Este bálsamo no era una pócima como Neso le dijo sino que era un veneno. Deyanira untó el capote con el bálsamo para que Hércules la amara para siempre.
Cuando Hércules recibió el capote se lo puso para ver como lucia en el, su cuerpo comenzó a quemarse y a torturarlo. Al descubrirlo Deyanira se suicidió.

Subió al monte Eta, donde levantó una enorme pira en la que se encaramó pidiendo a sus criados que la encendiesen.

Mientras las carnes mortales se consumían, los grandes dioses miraban desde el Olimpo. Zeus dijo a Hera que hércules ya había sufrido bastante. Hera estubo de acuerdo y terminó su cólera. Zeus envió a Atenea en busca de Hércules, y una nube envolvió la pira y el cuerpo desapareció. Hércules fue llevado al Olimpo en el carro de Atenea. En el Olimpo Hércules se convirtió en inmortal y le fue dada por esposa la diosa Hebe.  

martes, 13 de diciembre de 2011

LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES


¿Porqué Hércules hizo los 12 trabajos?

Hércules es hijo de Zeus y de la mortal Alcmena, lo que le convertía en un semidiós.
Odiado desde su nacimiento por Hera, la legítima esposa de Zeus, fue sometido a numerosas pruebas desde su infancia.
Al llegar a la edad adulta se casó con Mégara, hija del rey tebano Creonte quien se la había dado como esposa por librarle de la tiranía del rey Minio de Orcómeno.
Hércules tuvo varios hijos con Mégara pero, inducido por Hera, quien le causa un ataque de locura, asesina a sus hijos y a dos de sus sobrinos. Con la ayuda de Antiquireo, recobra la cordura y cuando se da cuenta del crimen que ha cometido, peregrina hasta el Oráculo de Delfos para solicitar un consejo sobre cómo expiar su crimen.
El oráculo (inducido por Hera) le ordena ponerse durante diez años a las órdenes del rey de la Argólida. Euristeo, que había llegado al trono en lugar de Hércules gracias a la intervención de Hera, y cumplir cualquier tarea que éste le encomiende.
Euristeo le ordena cumplir diez tareas que se convertirán en doce ya que el rey no da validez a dos de ellas.
Antes de partir hacia Tirinto, Hércules fue equipado por los dioses: Hermes le entregó una espada, Apolo un arco, Zeus un escudo irrompible, Atenea una túnica, Hefesto una armadura, y Poseidón un tiro de caballos para su carro.
Después de haber completado los doce trabajos impuestos por Euristeo, libre al fin de la servidumbre de éste, Hércules se dirigió hacia Ecalia al enterarse de que el rey Eurito había prometido casar a su hija Yola con el arquero que disparara mejor que él y sus cuatro hijos. El Dios Apolo había regalado un arco a Eurito y le había enseñado a utilizarlo, y el rey se jactaba de superar al dios en puntería. Hércules ganó la competencia pero Eurito despreció a Hércules y no cumplió su promesa.

Los doce trabajos:


1er trabajo. Matar al León de Nemea

El león había estado aterrorizando los alrededores de Nemea, y tenía una piel tan gruesa que resultaba impenetrable a las armas.
La morada del animal tenía dos entradas: Heracles lo azuzó hasta que el animal penetró en ella, taponó una de las entradas y acorralándolo por la otra lo atrapó y estranguló metiéndole un brazo por la garganta hasta asfixiarle.

Heracles llevó el cuerpo del león a Micenas para que lo viera el rey Euristeo, quien elegía qué tareas debía cumplir el héroe en el camino de los doce trabajos. Pero éste se asustó tanto que prohibió a Heracles volver a entrar jamás en la ciudad, y le ordenó que de ahí en adelante le mostrase el fruto de sus trabajos desde fuera. Euristeo mandó a sus herreros que le forjase una tinaja de bronce que escondió bajo tierra, y en la que se refugiaba cada vez que se anunciaba a Heracles, comunicándole sus instrucciones a través de un heraldo.
Heracles empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, ayudó a Heracles a advertir que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león. De esta forma, con una pequeña intervención divina, consiguió la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura.


2º trabajo. Matar a la Hidra de Lerna


Tras llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna, Heracles cubrió su boca y nariz con una tela para protegerse de su aliento venenoso y disparó flechas en llamas a su refugio (la fuente de Amimone) para obligarle a salir. Entonces se enfrentó a ella con una hoz (según aparece en algunas vasijas pintadas antiguas); tras cortar cada una de sus cabezas Heracles descubrió que le crecían dos nuevas cabezas.
Advirtiendo que no podría derrotar a la Hidra de esta forma, Heracles pidió ayuda a su sobrino Yolao. Éste tuvo la idea de usar una tea ardiendo para quemar el muñón del cuello tras cada decapitación. Heracles cortó todas las cabezas y Yolao quemó los cuellos abiertos, matando así a la Hidra. Heracles tomó entonces su única cabeza inmortal y la enterró bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Eleia y mojó sus flechas en la sangre venenosa de la Hidra, completando así su segundo trabajo.
Cuando Euristeo supo que había sido su sobrino quien le había dado la antorcha, declaró que no había completado el trabajo solo y por tanto no contaba para el total de diez labores que se le habían asignado. 


3er trabajo. Capturar viva a la Cierva de Cerinia


Heracles debía capturar a la cierva para llevarla viva a Micenas y entregarla a Euristeo. La cierva de Cerinia, tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro, estaba consagrada a Artemisa ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar. Pero la cierva era muy veloz y no le fue fácil atraparla, por lo que la persiguió día y noche sin descanso hasta el país de los Hiperbóreos. Allí la capturó mientras ésta tomaba agua y la llevó a Euristeo. Heracles, era consciente de que si derramaba una sola gota de sangre de la cierva de Cerinia tendría que dar explicaciones con su consiguiente castigo. Aprovechando que la cierva estaba bebiendo, Heracles le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que hizo pasar entre el tendón y el hueso, sin llegar a derramar su sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas.






4º trabajo. Capturar vivo al Jabalí de Erimanto


En el camino hacia Erimanto, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con él su comida y su vino. Pero los otros centauros, al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos se enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban. Mientras Heracles enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de Heracles y la examinó asombrado de que algo tan pequeño pudiese dar muerte a criaturas tan formidables, pero con tan mala suerte que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pie y matándolo. Heracles lo enterró al pie de la montaña que tomó su nombre. Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y persiguiéndole durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde saltó sobre su lomo atándolo con unas cadenas proporcionadas por Atenea después, llevándoselo a Micenas sobre sus hombros. Cazar a esta enorme criatura fue el cuarto trabajo de los doce que Euristeo mandó realizar a Heracles.


5º trabajo. Limpiar los establos de Augías


Por designio de los dioses el ganado de Augías no sufría de enfermedades, por lo que logró poseer el mayor rebaño de todo el país. Doce toros que le había regalado su padre Helios defendían al resto de la manada, haciendo que el ganado de Augías tampoco sufriera bajas por las fieras de los alrededores. Eran conocidos sus establos, que nunca habían sido limpiados hasta que lo hizo Heracles en un solo día en cumplimiento de su quinto trabajo. Euristeo le encargó esta extraña misión con el fin de humillarle y ridiculizarle, pues tal era la cantidad de excrementos acumulados en los establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un sólo día. Así el gran Heracles, vencedor de terribles monstruos y hazañas heroicas, caería humillado ante una tarea tan denigrante. Pero el astuto héroe cumplió su trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos Alfeo y Peneo, que arrastraron toda la suciedad.
Augías montó entonces en cólera, pues había prometido a Heracles regalarle una parte de su ganado si realizaba la misión en un sólo día. Se negó a cumplir su promesa alegando que el trabajo lo habían realizado los ríos, y cuando el testimonio de su hijo Fileo convenció a los jueces para que le dieran la razón a Heracles, Augías le desterró del reino. Euristeo por su parte tampoco consideró el trabajo como uno de los diez, ya que Heracles había sido contratado por Augias.


6º trabajo. Acabar con los Pájaros del Estínfalo



Los pájaros del Estinfalo eran unas aves que tenían picos, alas y garras de bronce y cuyos excrementos venenosos arruinaban los cultivos. Poblaban la región y el bosque alrededor del lago Estínfalo.Euristeo comandó entonces a Heracles que acabase con la amenaza de dichas aves, como parte de Los doce trabajos de Heracles, ya que en ocasiones atacaban al ganado o a la población. Heracles se dirigió al Estínfalo, y ahí se encontró desolado pues la misión era especialmente difícil de completar: las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza no le servía de nada.
Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel (o una campana) de bronce y le mandó a que lo tocara desde una colina elevada, al hacerlo las aves asustadas emprendieron vuelo y nunca más se les volvió a ver en el bosque y el lago. Muchas de ellas fueron derribadas por las flechas de Heracles y las que consiguieron escapar huyeron hacia la isla de Ares en el Mar Negro donde fueron encontradas años después por los Argonautas. Cuando Heracles volvió con Euristeo, este se hallaba en su refugio debido a que varios de los pájaros de bronce volaban alrededor de su palacio, al ver esto Heracles sonó su cascabel y los pájaros se alejaron de ahí.


7º trabajo. Capturar vivo al Toro de Creta




El rey cretense Minos había prometido a Posidón sacrificar en su honor un hermoso toro. Minos incumplió su promesa y Posidón, como venganza, volvió loco al animal e hizo que Pasífae, esposa de Minos, se aparease con él, concibiendo al Minotauro. El toro, que arrojaba llamas por la boca, recorría la isla destrozándolo todo a su paso.
Euristeo ordenó a Heracles que capturase al toro. Tras una ardua lucha, Heracles doblegó al monstruo y lo llevó vivo a Micenas, donde Euristeo quiso consagrarlo a Hera, quien rechazó el regalo. El toro fue puesto en libertad.


8º trabajo. Capturar a las Yeguas de Diomedes


El octavo de los doce trabajos de Heracles consistía en capturar a las cuatro Yeguas de Diomedes, que comían carne humana. Éste las tenía atadas con cadenas y las alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes. Heracles partió con un grupo de voluntarios, consiguiendo arrebatárselas a Diomedes, que furioso fue con su ejército a matar a Heracles, pero él lo mató arrojando el cuerpo de éste aún con vida a sus yeguas y su ejército huyó. Tras devorarlo, las yeguas se volvieron tan mansas que el héroe las pudo atar al carro de Diomedes y se las llevó a Micenas, donde fueron regaladas a Hera. Durante la lucha, las yeguas devoraron a Abdero, amigo de Heracles, quien había quedado encargado en custodiarles, entonces Heracles fundó en su honor la ciudad de Abdera.Se dice que las yeguas murieron en el monte olimpo devoradas por las fieras y las alimañas.


9º trabajo. Conseguir el cinturón de Hipólita


Hipólita, reina de las amazonas, llevaba un cinturón regalo de Ares, el dios de la guerra. Euristeo quiso regalar este cinturón a su hija Admete, e impuso a Heracles la tarea de conseguirlo.
Los amigos de Heracles se unieron a él en su aventura para ayudarlo a vencer al poderoso ejército de las amazonas. Embarcaron hacia Escitia, región próxima al Mar Negro, y desembarcaron en el puerto de Temiscira, donde Hipólita fue a visitarlos. Sintiéndose atraída por el musculoso cuerpo de Heracles, Hipólita le ofreció el cinturón como prenda de amor. Mientras tanto Hera, disfrazada de amazona, había difundido el rumor de que los extranjeros planeaban raptar a Hipólita; las amazonas, encolerizadas, atacaron la nave de los griegos. Heracles, sospechando una traición, mató a Hipólita y le arrebató el cinturón; tras una dura batalla en la que Heracles dio muerte a todas las jefas amazonas obligó a huir a su ejército.




10º trabajo. Robar el ganado de Gerión


Gerión era un monstruoso gigante alado. Estaba formado por tres cuerpos humanos completos unidos por la cintura. Era invencible en la batalla, pues con sus seis brazos blandía tres espadas y tres dagas al mismo tiempo y, desde el aire, utilizaba un arco con uno de sus cuerpos mientras blandía una lanza con otro. Sus tres cabezas le hacían además dueño de una gran sabiduría. Era dueño de un perro de dos cabezas llamado Ortro, que era el hermano de Cerbero, y de una espléndida cabaña de ganado que era guardado por Ortro y por un pastor llamado EuritiónHeracles mató a Gerión y sus dos perros, cuando después de una de sus misiones éste le robó su rebaño de vacas rojas y bueyes. Gerión fue en busca de venganza, pero cuando sobrevolaba a Heracles, éste, oculto, le disparó una flecha envenenada con la sangre de la Hidra que atravesó sus tres cuerpos.



11º trabajo. Robar las manzanas del jardín de las Hespérides


Las Hespérides eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente.
El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía, como custodio añadido.
El undécimo trabajo fue robar las manzanas del jardín de las hespérides. Para ello Heracles capturó primero a Nereo, el dios del mar que cambiaba de forma, para averiguar dónde estaba situado el jardín.
Llegando finalmente al jardín de las hespérides, Heracles engañó a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas (en esta historia Atlas podría tomarlas pues sería el padre de las hespérides). Al volver con las manzanas, Atlas decidió no aceptar la devolución de los cielos, y dijo que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo, pero Heracles le engañó de nuevo pidiéndole que sujetase el cielo un momento para que pudiera ponerse su capa como almohadilla sobre los hombros, a lo que éste accedió. Entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó.



12º trabajo. Atrapar al Can Cerbero


Cerbero era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas con una serpiente en lugar de cola.
Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar.
El último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerbero. Viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus hijos. Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron a traspasar la entrada a la ida y a la vuelta. Gracias a la insistencia de Hermes y a su propio aspecto fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte.


Mientras estaba en el inframundo, Heracles liberó a Teseo, pero la tierra tembló cuando intentó liberar a Pirítoo, por lo que tuvo que dejarlo atrás. Ambos habían sido encarcelados por Hades, quien los había sujetado mágicamente a un banco cuando intentaron secuestrar a Perséfone. Dicha magia era tan fuerte que cuando Heracles tiró de Teseo para liberarlo, parte de los muslos de éste quedaron pegados al banco, lo que explicaría por qué sus descendientes tenían muslos notablemente delgados.
Cuando Heracles pidió el perro Cerbero a Hades éste le dio permiso para llevárselo si conseguía dominarlo sin emplear armas. Tras un prolongado forcejeo con Cerbero logró vencerlo y se lo llevó a Micenas, y tras presentarlo ante Euristeo lo devolvió a Hades.