lunes, 13 de febrero de 2012

Construyendo a Roma


EMPERADORES

Julio Cesar
Durante el final de la República romana, este dictador, general e historiador destacó como una de las principales personalidades dentro del ámbito político y militar. Bajo su mando se conquistaron los territorios de Galia, se intervino en la situación de Egipto y se llevaron a cabo ciertas reformas que estabilizaron todo el mundo mediterráneo.
Nació en el seno de la familia patricia Julia, se fue a Asia tras ser presionado por el dictador Sila, para en los años posteriores ejercer como tribuno militar, cuestor y edil curul. Tras intervenir en la conspiración de Catalina, formó parte del primer triunvirato, se convirtió en cónsul y derrotó a Pompeyo en una guerra civil, con lo que obtuvo el poder absoluto como dictador en la etapa final del sistema republicano de Roma.
Su gran conquista fue la Galia. Fue nombrado procónsul de la Galia, se encargó del gobierno de esta provincia, territorio en el que durante varios años desarrolló campañas de conquista que llegaron más allá de los Alpes. Finalmente derrotó a los galos en Alesia y su jefe, Vercingétorix, fue ejecutado en Roma.
Sus victorias fueron:
Venció a Pompeyo en Italia, Hispania y Grecia (48 a.C); a sus partidarios en Tapso (46 aC.); a sus hijos en Munda (45 a.C); y también sometió al rey del Ponto. De este modo consiguió el mando de todos los ejércitos.
Su asesinato: el partido aristocrático conspiró contra Julio César debido a sus reformas, de manera que un grupo de senadores, dirigido por Marco Bruto, le asesinaron con dagas durante una reunión en el edificio del Senado.



Augusto
Tras la muerte de César, entabló la lucha contra el que había sido su lugarteniente, Marco Antonio; para ello contó con el apoyo de Cicerón y de los republicanos del Senado, que esperaban dividir a los cesaristas enfrentándoles entre sí; también contó con el apoyo de los grandes financieros, lo que le permitió costearse un ejército propio.
Tras derrotar a Marco Antonio en la batalla de Módena, exigió del Senado el nombramiento de cónsul; rechazado por su juventud, marchó sobre Roma y tomó el poder sin combatir, ya que las legiones enviadas contra él prefirieron apoyarle.
Desde el año 43 a. C., pues, Octavio Augusto fue cónsul y se hizo otorgar poderes extraordinarios. Enfrentado a las resistencia de los republicanos Bruto y Casio, fuertes en Oriente, Octavio decidió aliarse con sus antiguos enemigos Marco Antonio y Lépido y formar con ellos un triunvirato. Comenzó entonces la persecución de los republicanos (en la cual murió Cicerón), que culminó en la batalla de Filippi en Macedonia.
Marginado Lépido, Octavio se repartió el poder de hecho con Marco Antonio, dejando a este último la zona oriental, mientras él permanecía en Roma y controlaba la parte occidental. El enfrentamiento entre ambos condujo a la Guerra de Perugia, en la que el jefe militar de Octavio Augusto, Agripa, derrotó a los antonianos. La conferencia de Brindisi estableció un nuevo reparto de zonas de influencia entre los triunviros: Octavio dominaba en Occidente; Marco Antonio en un Oriente restringido, que alcanzaba sólo hasta el río Drin Lépido en África; e Italia se consideraba neutralizada bajo el dominio conjunto de los triunviros. El matrimonio entre la hermana de Octavio y Antonio selló la paz, que se mantuvo durante cuatro años.
Además, en el 39 Sexto Pompeyo recibió Sicilia, Cerdeña, Córcega y Acaya, con el compromiso de mantener a Roma abastecida de grano; pero en el 36 Octavio hubo de enfrentarse a Sexto Pompeyo, a quien derrotó en la batalla de Nauloque.  El gobierno de Octavio Augusto se hizo popular en Occidente en virtud de su impulso a la agricultura y de la integración de las provincias con Roma.
Mientras tanto, Marco Antonio había sucumbido a la influencia de Cleopatra VII de Egipto y practicaba una política orientalizante, poco propicia a los intereses romanos; Octavio explotó en su favor esta circunstancia, declarando la guerra a Cleopatra en el 32. Tras la victoria naval de Actium, entró en Alejandría, donde Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron. Con la anexión de Egipto, Octavio dio a Roma el control sobre todo el Mediterráneo.




Tiberio
Tras la muerte de Cayo y Lucio, los herederos al trono, fue llamado por el emperador y nombrado sucesor, a condición de que adoptase a su sobrino Germánico. Tras una serie de nuevas campañas en Germania, a la muerte de Augusto fue nombrado emperador.
Los historiadores romanos interpretaron su etapa como gobernante de forma ambivalente: por un lado se le reconocieron su capacidad administrativa y su habilidad de gobernante, pero por otro, su personalidad difícil y desconfiada, que le llevó a desencadenar persecuciones contra todos aquellos que podían enfrentarse a él, generó a su alrededor la imagen de un tirano cruel e inmisericorde sin duda inmerecida.
La muerte de Germánico, acaecida en extrañas circunstancias, la persecución de la que fueron objeto otros notorios miembros de la familia imperial y los procesos de lesa majestad abiertos contra la élite senatorial, atrajeron sobre él una gran impopularidad, agravada por su decisión de abandonar Roma y gobernar desde su lugar de retiro en Capri.
La ausencia del emperador otorgó gran poder a Sejano, el prefecto del pretorio, que utilizó su posición para reprimir duramente a sus enemigos políticos e incluso asesinar a Druso, el hijo de Tiberio, para facilitar así su propio camino al trono. Desenmascarado por Tiberio, Sejano cayó en desgracia y fue ejecutado. Al morir, Tiberio dejó a su sucesor, Calígula, una institución imperial consolidada, con las arcas llenas y las provincias en paz.


Claudio
Emperador romano de la dinastía Julio-Claudia. Era sobrino de Tiberio, sobrino segundo de Augusto y tío de Calígula, a quien sucedió en el año 41. Marcado por varias taras, Claudio era tenido por un bobo en la corte romana, pues se había mantenido apartado de los asuntos públicos, concentrado en escribir estudios históricos sobre los etruscos y los cartagineses.
Cuando la guardia pretoriana destronó y asesinó a Calígula, acabando con su despótico reinado, coronó a Claudio, que con más de cincuenta años era el único superviviente de la dinastía, pensando quizá en poner al frente del Imperio a alguien manejable. Claudio se reveló entonces como un hombre inteligente y un emperador capaz: amante de las tradiciones romanas, restableció el modelo administrativo de Augusto, repudiando el absolutismo en favor de una mayor colaboración con el Senado.
Trató de volver a la pureza de la religión romana, restaurando cultos abandonados y combatiendo los que entendía como «supersticiones» extranjeras. Para mayor eficacia puso los cargos políticos decisivos en manos de sus libertos, sentando las bases de la burocracia imperial. Extendió la ciudadanía romana entre los provinciales.
En el terreno exterior, impulsó la conquista de Britania entre el 43 y el 47, así como la anexión definitiva al Imperio de Mauritania y los territorios orientales de Licia, Panfilia, Judea y Tracia. Una de las lacras del reinado de Claudio fue la influencia que sus mujeres ejercieron en los asuntos de gobierno. Su tercera mujer, Mesalina, le ridiculizó públicamente con su escandalosa promiscuidad, hasta que se decidió a ejecutarla en el 48.
Casado luego con su sobrina Agripina, ésta le convenció para que designara sucesor a Nerón. Conseguido su objetivo, Agripina envenenó a su marido y vio acceder a su hijo al Trono imperial.


Neron
Era hijo del primer matrimonio de la segunda mujer de Claudio, Agripina la Joven y, por tanto, tataranieto de Augusto.
Agripina convenció a Claudio para que adoptara a Nerón en el 51, señalándole como heredero de la diadema imperial; para fortalecer su posición casó a Nerón con otra hija de Claudio, Octavia, en el 53; y, finalmente, asesinó al emperador en el 54, dejando el camino libre para su hijo. Éste fue proclamado emperador con sólo 17 años por la guardia pretoriana, dirigida por el prefecto Burro.
El reinado de Nerón se inició bajo la influencia de Burro y del filósofo Séneca, a través de los cuales era Agripina la verdadera dueña del poder. Pero cuando Agripina sospechó que Nerón pretendía sacudirse la tutela materna, empezó a conspirar con Británico para derribarle, y el emperador respondió haciendo asesinar tanto a Británico como a Agripina.
Tras cinco primeros años de reinado bastante tranquilos, recordados más tarde como uno de los mejores periodos de la historia romana, el emperador empezó a convertirse en un tirano sin escrúpulos, interesado tan sólo por gozar de los placeres de la vida y de la belleza, bajo la influencia de su caprichosa amante Popea. También hizo asesinar a Burro y le sustituyó por su favorito Tigelino.
Embarcado ya en un despotismo delirante, Nerón cometió toda clase de atrocidades y extravagancias: se dedicó a hacerse adular como poeta, músico, bailarín y deportista en actuaciones públicas; hizo arder la ciudad de Roma para reconstruirla a su gusto; desató persecuciones contra los cristianos acusándoles de ser los culpables del incendio; intentó ganarse al pueblo con espectáculos y regalos en los que arruinó el tesoro imperial; e incluso provocó la muerte de Popea, haciéndola abortar de una patada durante un acceso de cólera.
Una conjura organizada por Pisón para derrocarle fue descubierta y castigada; como represalia, Nerón ordenó suicidarse, entre otros, a sus antiguos amigos Séneca y Petronio. Tres años después se rebelaban contra él los gobernadores de las Galias, la Hispania Citerior y Lusitania; la rebelión halló eco en el Senado, que acordó deponer al emperador en el 68. Nerón se hizo matar por su secretario cuando iba a ser arrestado, dando paso a un año de confusión en el que pugnaron por el poder cuatro emperadores.

Vespasiano
Pretor en tiempo de Calígula y militar brillante en Britania durante el reinado de Claudio, su humilde origen hizo que no fuese objeto de represalias por parte de Nerón, quien no veía en él amenaza alguna.
A la muerte de éste, en el 68, Vespasiano se encontraba en Palestina, reprimiendo una revuelta de los judíos, y fue proclamado emperador por el ejército de Oriente. Dejó entonces parte de su ejército en Judea para que continuara el asedio de Jerusalén, al mando de su hijo Tito, mientras él se apoderaba rápidamente de Egipto, base de abastecimiento de cereales de Roma, con lo cual puso al emperador Vitelio en una situación muy delicada.
Tras la derrota y muerte de Vitelio durante el asalto de Roma por parte de las legiones del Danubio, que se habían puesto del lado de Vespasiano, éste logró ceñirse la corona imperial sin oposición. Como emperador, trató de sanear el gobierno y las finanzas pública, al tiempo que intentaba aparecer como el restaurador de las antiguas tradiciones.
Con el ascenso de Vespasiano y de la dinastía Flavia, se produjo una transformación en la sociedad romana que significó un aumento de la influencia de los itálicos, pues el propio emperador era de origen sabino y de clase ecuestre. Concedió el derecho de ciudadanía a muchas ciudades, como una manera de mejorar la percepción de tributos y consolidar internamente el imperio. Asociado con su hijo Tito, que recibió el poder tribunicio y el mando proconsular, intentó establecer en el Imperio Romano el principio de monarquía hereditaria.
Durante su gobierno se reprimió una gran sublevación de los bátavos y los lingones, y se prosiguió la conquista de Britania por Cneo Julio Agrícola. Reparó las ruinas de Roma, construyó el templo del Capitolio e inició la construcción del Coliseo de Roma. De acuerdo con sus deseos, le sucedió su hijo Tito.











CONSTRUCCIÓ DE L'AMFITEATRE


L’amfiteatre és un edifici ovalat que consta de tres parts bàsiques:


  • La pista (arena) era on es feien espectacles, estava cobert de sorra.
  • El soterrani (fossae) estaven situats sota l’arena i coberts per un empostissat de fusta, servien com a magatzems per als decorats, les gàbies de les feres, els departaments pels lluitadors, etc. Hi havia un sistema de rampes que servia per pujar les feres a la pista.
  • La graderia (cauea) estava constituïda per un sistema de galeries que sostenien i permetien accedir-hi  per unes escales i uns accessos. Estava separada de l’arena per un mur anomenat pòdium. Hi havia una o més tribunes reservades a l’emperador i els grans personatges.





A l’amfiteatre es celebraven diversos espectacles:

  • Les lluites de gladiadors: els gladiadors eren condemnats a mort, també podien ser esclaus castigats pels seus amos o bé homes lliures que no havien trobat un altre recurs per viure. Eren entrenats en unes escoles especials i el dia del combat desfilaven i saludaven l’emperador amb un crit tradicional:  aue Caesar, morituri te salutant. Després es feien les parelles a sorts i començaven a barallar-se. Hi havia uns instructors que vigilaven que la lluita no fos fingida i si calia fuetejaven els gladiadors. El públic cridava i animava al gladiador per qui havia apostat. Quan un dels dos lluitadors es feria alçava la mà per demanar gràcia. L’emperador que portava els jocs decidia segons la opinió del públic. Si havia lluitat bé, la gent aixecava el polze, però si el baixava, el vencedor matava el vençut. Un bon gladiador tenia molts admiradors i podia rebre regals i diners.
  • Les uenationes: eren espectacles d’animals. Feien exhibicions d’animals exòtics, portats de provincies llunyanes.
  • Les naumachiae: eren ofertes excepcionals. Representaven combats navals. S’inundaven les arenes i els gladiadors feien batalles navals històriques.
  • Les execucions: els condemnats a mort lluitaven sense armes amb les feres. S’acostumaven a fer en hores de poca assistència. 

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